martes, 15 de noviembre de 2011

FÚTBOL SALA



HISTORIA 

Como en la introducción se refleja, el fútbol ha sido desde siempre y lo sigue siendo, un deporte destacado en los calendarios de la FEDC. Todo ese poder de convocatoria de práctica deportiva sin reglar, se vio canalizado de manera oficial y regular a partir de 1986, año en que se disputó en Torrejón de Ardoz (Madrid), el I Campeonato de España de Fútbol Sala, categoría B1, con quince equipos de esta categoría. Luego de un año (1987) sin competición, a partir de 1988, en Salou (Tarragona), se consolidaron los campeonatos de España, disputándose de manera ininterrumpida hasta la fecha.
Para estos campeonatos se clasifican los 6 mejores equipos en la categoría B1 (ciegos totales) y los 8 mejores equipos de la categoría B2 (deficientes visuales).
En el marco internacional, un deporte con tantos practicantes como el fútbol sala, pudo tener un escenario internacional para discutir su futuro y su desarrollo, a partir de 1995, cuando la International Blind Sports Asociation, ante innumerables peticiones, creó el Subcomité de Fútbol Sala encargado de definir un reglamento internacional. Dicho reglamento ha posibilitado que la promoción de este deporte, actualmente en auge y con grandes expectativas de crecimiento en el futuro, se extienda por todos los países afiliados a IBSA.
Hasta la fecha ciudades como Barcelona (España), Oporto (Portugal) o París (Francia) en Europa, o Asunción (Paraguay), Buenos Aires (Argentina) o Sao Paulo (Brasil), en Sudamérica han sido testigos de campeonatos europeos o americanos, sumados a los dos campeonatos mundiales disputados en Brasil y España, fueran considerados por el Comité Paralímpico Internacional como argumento válido para ser inscrito en sus calendarios paralímpicos.
El fútbol sala para ciegos, con retraso pero no tarde, estará presente en Atenas 2004.


EXPLICACIÓN DEL FÚTBOL SALA PARA CIEGOS



El fútbol sala, nacido como un simple pasatiempo escolar, se ha ido transformando en un fenómeno cultural de masas, entendiendo la cultura en el sentido amplio de la palabra. Y aunque resulte imposible explicar en una frase las causas de semejante evolución, nos acercaríamos bastante a la realidad si reparásemos en la capacidad que este deporte posee para generar emociones, tanto en quienes lo practican como en los que lo disfrutan como espectadores. A esto no fue indiferente el deportista ciego que convirtió al fútbol en una de sus opciones deportivas con mayor arraigo.
El fútbol sala comenzó a practicarse en las escuelas. El escenario ideal era el patio, en los recreos. Era en Europa en los años veinte, o quizá mucho antes, pero desde aquellos tiempos, resultó un deporte atractivo para el deportista ciego. Un desafío. Daba igual el tamaño y el material del balón, lo único que importaba era que se escuchara, marcar goles y divertirse.
El fútbol sala para ciegos creció condicionado por los reducidos espacios que las escuelas destinaban al deporte, y a sus necesidades prioritarias para su práctica, debido a que en grandes superficies se diluía el juego, entorpecía la orientación, y le quitaba ritmo a los partidos. Por estos y otros obstáculos condicionantes, y ante evidencias contrastadas que atentaban contra la diversión y la seguridad, se optó por practicar el fútbol sala, que en sí mismo, y con las adaptaciones necesarias, proporciona mayor dinamismo al juego por sus reducidas dimensiones, por las vallas laterales que además de permitir jugar ininterrumpidamente sin tantos saques de banda, son un elemento de orientación y seguridad para el jugador.
El puesto de portero es ocupado por una persona deficiente visual (B2/3), que tiene limitada su maniobrabilidad ante el jugador ciego, por su pequeña área de portero incluida dentro del área penalti.
Al equipo se agrega un compañero más, generalmente vidente, que ejerce las funciones de guía detrás de la portería rival y que orienta a su equipo cuando ataca y el balón se encuentra en el último tercio del campo de juego.
El fútbol sala para ciegos posee un reglamento pulido y elaborado como lo es el de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), o el de IBSA (International Blind Sports Association).
No se trata de un deporte peligroso como algunas personas creen a priori. En realidad esa idea se disipa cuando se presencia un partido de fútbol sala para ciegos con la estructura adecuada. Existen choques, pero no más que en un partido disputado entre personas que ven de cualquier competición oficial de la FIFA (Federation International Football Association), si tenemos en cuenta que se trata de un deporte en donde el contacto con el rival es constante, y ocho jugadores disputan un balón en una superficie de 20 (veinte) por 40 (cuarenta) metros.
Al hablar de fútbol sala para ciegos, hablamos de habilidad para manejar un elemento externo (balón), que requiere técnica individual para la localización del sonido (balón) y del obstáculo (jugadores rivales), y todo esto desde la orientación individual y colectiva, el dominio espacial y corporal que permita una coordinación para el regate, el pase a un compañero o el disparo a puerta, intentando siempre no perder el orden táctico individual y colectivo.
El fútbol sala para ciegos, es una gran opción deportiva para una persona ciega o deficiente visual, y el ruido de cascabeles de su balón adaptado se escucha en toda la geografía española, para diversión y emoción de todos sus practicantes y espectadores, por esa magia, a veces incomprensible, que genera el fútbol.

 
Estructura del fútbol sala en la Federación Española de Deportes para Ciegos:

Las más de 900 fichas que el fútbol sala le presenta a la FEDC constituyen el deporte de mayor arraigo en el entorno de los deportistas ciegos y deficientes visuales. Sus calendarios se distribuyen en distintas competiciones que se extienden desde octubre a mayo, segmento de tiempo considerado como temporada deportiva.
Actualmente existen 45 equipos de la categoría B2 y 10 equipos de la categoría B1, con el siguiente formato deportivo:
Categoría B1: los 10 equipos disputan el Campeonato Interautonómico, una liga a doble vuelta, que se desarrolla desde octubre a mayo. Una vez finalizada esta liga, los 6 mejores equipos clasificados disputan el Campeonato de España.
Categoría B2: los 45 equipos son divididos regionalmente en 7 grupos. El clasificado en primer lugar de cada uno de los 7 grupos, más el equipo anfitrión, son los representantes en esta categoría en el Campeonato de España.

Las selecciones nacionales, tienen un calendario específico para sus entrenamientos, torneos amistosos y competiciones oficiales. Estos se realizan en las semanas que los campeonatos interautonómicos permiten la realización de concentraciones de 10 días.


REGLAMENTO 

DEPORTISTAS CONSIDERADOS B1

Se trata de aquellos deportistas que poseen un parámetro oftalmológico, acorde a las clasificaciones de IBSA, que considera deportista B1 a quien “Desde la inexistencia de percepción lumínica en ambos ojos, hasta la percepción lumínica, pero con la incapacidad para reconocer la forma de una mano a cualquier distancia o en cualquier dirección.”


1.  EL BALÓN

Es la principal adaptación que tiene el fútbol sala para ciegos. Naturalmente es el gran objetivo dentro del juego, pero en este caso adquiere una doble importancia debido a que su sonoridad es decisiva y determinante, convirtiéndose en primordial para la orientación del jugador.
Es de cuero.


2.  DIMENSIONES Y SUPERFICIE DE JUEGO

El fútbol sala para ciegos de IBSA se disputa al aire libre por la importancia que tiene la percepción acústica en los deportes para ciegos, y con la intención de evitar la inadecuada resonancia de los estadios cerrados, que resulta incómoda para los jugadores.
Las dimensiones del campo de juego son de cuarenta (40) metros de largo por veinte (20) metros de ancho.
Su superficie es de cemento o de césped artificial. Este tipo de material ha sido seleccionado por estar relacionado directamente con la necesidad imperiosa que el balón tiene de emitir sonido.
Por este importantísimo motivo fue descartado el césped natural, debido a que no ofrecía garantías de sonoridad al contacto con el balón, limitando la orientación de los jugadores.

3. NÚMERO DE JUGADORES Y SUSTITUCIONES

Cada equipo está formado por un (1) portero y cuatro (4) jugadores de campo. Las sustituciones son ilimitadas, pudiendo reingresar los jugadores que son sustituidos.



4.  ÁREA DE PENALTI Y ÁREA DEL PORTERO

El área de penalti es semicircular de seis (6) metros, y dentro de esta se encuentra el área de portero. Ésta, a su vez, es rectangular y mide cinco (5) metros de largo, por dos (2) metros de ancho, con la intención de limitar la maniobrabilidad del portero, que en su condición de deficiente visual y poseedor de resto visual, tendría grandes ventajas sobre el jugador ciego si tuviera a su disposición la movilidad en el área de penalti.


5.  VALLAS LATERALES Y SAQUES DE BANDA

Los dos laterales del campo de juego quedan configurados por unas vallas que poseen una oscilación de altura entre 100 ó 120 centímetros. Son de material sintético o de madera, y se convierten en una importante aportación a la orientación de los jugadores, además de facilitar un juego rítmico y sin tantos saques de bandas.
En los casos en que el balón supera la altura de estas vallas, se realiza un saque de banda con los pies, en la zona en donde el balón superó a la valla.


6.  EQUIPACIÓN DE LOS JUGADORES

La equipación general de los jugadores es la habitual del fútbol y es exactamente igual a la contemplada en el reglamento de fútbol sala (fútsal) de FIFA, aunque el jugador ciego tiene la opción de usar rodilleras, y una cinta que protege el frontal, parietales y occipital. Esta es una cinta tubular, con esponja por dentro y forrada de tela de toalla para una mejor absorción de la transpiración.
El antifaz es de uso obligatorio. Se trata de un antifaz de tela de toalla de color blanco. Esta medida tiene como intención la de igualar la falta de percepción lumínica que distintas patologías visuales poseen, a pesar de ser considerados deportistas ciegos.
Además al ser tan amplias y complejas las distintas patologías, y con la intención de asegurar la justicia deportiva, cada jugador que posea globo ocular deberá colocarse unos parches de cinta adhesiva por debajo del antifaz para garantizar la igualdad. No se colocarán parches oculares en aquellos ojos que sean portadores de prótesis.


7.  PORTERÍAS

Son las mismas porterías que contempla el reglamento de fútsal de FIFA, es decir, miden 2 metros de altura por 3 metros de ancho.


8.  TIEMPO DE JUEGO

El tiempo de juego de un partido es de cincuenta (50) minutos divididos en dos tiempos de 25 minutos cada uno, con un descanso de 10 minutos entre un período de juego y otro. El reloj se detiene en el caso de todas las sustituciones de jugadores, así también como en los tiempos muertos que soliciten los entrenadores de los equipos y en cada momento que los árbitros lo estimen oportuno.


9.  EQUIPO ARBITRAL Y MEGAFONÍA

Dos árbitros dirigen los partidos, asistidos por un anotador-cronometrador. Cada árbitro dirige por un lateral del campo de juego, evitando de esta manera realizar carreras en diagonal dentro del campo de juego que pueden interferir en el desarrollo del partido. De estos dos árbitros, uno es el denominado árbitro principal y el otro árbitro asistente, de manera que en caso de disparidad de criterio, prevalecerá el del árbitro principal.
El anotador–cronometrador se ubica en el centro del campo de juego por detrás de la valla lateral.
Es el encargado de controlar el tiempo de juego, los tiempos muertos, y de toda la elaboración administrativa del partido, cumplimentando las actas arbitrales y haciendo constar en estas todas las incidencias que los árbitros le trasmitan.
Junto al anotador-cronometrador, se ubicará la persona encargada de la megafonía del partido, que tendrá la función de verbalizar todas las incidencias por las que el juego se interrumpe, de manera que los jugadores estarán siempre informados de las decisiones arbitrales, de manera de agilizar las acciones y posiciones de los jugadores en el campo de juego, cada vez que el juego sea interrumpido por una decisión arbitral. Además, la megafonía será la encargada de solicitar silencio al público asistente, cuando así lo estimen conveniente los árbitros, por entender que el murmullo del público pueda afectar la orientación de los jugadores.


 


No hay comentarios:

Publicar un comentario